La religión de inspiración cultural es básicamente atea o agnóstica, tratándose en muchos casos de antiguos practicantes o nominalmente pertenecientes a las confesiones presbiteriana o católica, aunque algunos pueden continuar practicándolas, de manera menos ortodoxa, si de verdad se sienten reflejados por sus creencias o ideas. Dicen seguir en gran parte la filosofía del carpe diem sin preocuparse del futuro, muchas veces bordeando la irresponsabilidad, así como del "vive y deja vivir", propio del ideal hippie. El consumo de drogas se centra generalmente en el alcohol, la marihuana y el tabaco, aunque no todos los heavies comparten estos hábitos.
Muchos de ellos como estereotipo cultural aparentan ser o se suelen definir como "políticamente indiferentes", aunque por su habitual actitud de desdén o crítica hacia la política convencional, oficial o institucionalizada, con una fuerte afinidad, sin embargo, hacia ideologías fundamentalmente progresistas o del espectro de la "izquierda política", en diferentes grados, en función de su nivel de politización y de conciencia social.
No simpatizan con ninguna doctrina específica, aunque pueden elegir en gran parte ideologías políticas izquierdizantes como el marxismo o un guevarismo "light", también pudiendo simpatizar con corrientes diferentes como el anarquismo. Practican por lo general la abstinencia electoral, aunque abogan por la legalización de la marihuana. Normalmente, el heavy es antifascista. una variante del Black Metal que propugna el nacional-socialismo. Normalmente son pacíficos y tienden a evitar contiendas o peleas. Suelen ser antimilitaristas.
En cuestión religiosa, hay gran variedad, pueden ser ateos, paganos, o agnósticos, incluso satanistas, aunque algunos practican alguna religión, como el catolicismo, cristianismo u otras.
Los metaleros pueden tener ideas no consumistas, anticristianas (no todos, ya que hay ciertas bandas de Metal Cristiano) o anticonformistas. En la manifestación de emociones en conciertos se opacan y exhiben las más agresivas. Muchas bandas utilizan como portadas de CD o estampados de sudaderas imágenes impactantemente llamativas y en algunos casos relacionadas con tematicas épicas, fantásticas, sobre la guerra, realistas, ateistas, o en casos mas extremos, el satanismo, la muerte o el morbo.
La mayoría de los metaleros llevan una forma de vida hedonista, el ideal es estar tranquilo, gozar de la vida, y de la música. La violencia de la música se vuelve un desahogo de la agresividad, de la represión y agresión sociales. Y al mismo tiempo la música se vuelve un mecanismo de fuga, un asilo para huir de la realidad agreste y dura.
Esta posición genera cierto niquilismo en los metaleros. La mayoría son ateos y agnósticos, no creen en divinidades y no practican ninguna religión. La vida tiene poco sentido más allá del gozo del momento.
En el heavy metal, hay alguna presencia del satanismo y esoterismo… estas influencias fueron posteriores, y según algunos, motivadas más por la mercadotecnia que por la creencia real de las estrellas metaleros. En última instancia, las afirmaciones satánicas se pueden interpretar más como un reniego contra la religión institucional conservadora, que se siente como impuesta para muchos adolescentes
MIL GRACIAS
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